Un día como hoy 27 de julio de 2005, falleció Saúl Yurkievich, poeta, narrador, ensayista, traductor, crítico literario y profesor universitario argentino, nacido en La Plata (Buenos Aires) en 1931 y fallecido en la Provenza (Francia) el 27 de julio de 2005. Autor de una notable producción poética que, enraizada en el experimentalismo de los años sesenta, aborda en tono sobrio y reflexivo diferentes propuestas de renovación formal, es fundamentalmente conocido y respetado por su vasta, lúcida y esclarecedora obra ensayística, que le convirtió en uno de los críticos literarios de mayor prestigio y proyección en todo el mundo.
Nacido en el seno de una familia humilde, experimentó desde su temprana juventud una acusada vocación humanística que le empujó, contra la voluntad de su padre, a especializarse en el estudio de las Letras, con singular dedicación al panorama de la literatura hispanoamericana contemporánea. Pronto se dio a conocer, en los foros y cenáculos artísticos e intelectuales bonaerenses, por su especial clarividencia en el análisis y la interpretación de algunas obras tan complejas como el poemario Trilce(1932), del peruano César Vallejo (1892-1938), libro que adquirió auténtica categoría de “clásico” tras la publicación del ensayo de Yurkievich titulado Valoración de Vallejo (Resistencia [Argentina]: Universidad Nacional del Nordeste, 1958).
Tres años después, Saúl Yurkievich irrumpió en el ámbito de la creación literaria con el volumen de versos titulado Volanda Linde Lumbre (1961), en el que la vertiginosa alternancia de ritmos poéticos y recursos verbales -visibles ya en el privilegiado frontispicio de su título- ponía de manifiesto algunas de las características que habrían de mantenerse constantes a lo largo de toda su obra, como el rechazo de las preceptivas poéticas tradicionales -aprendido, sin duda, de su fecundo análisis de la poesía de Vallejo- y de cualquier otra convención rigurosa y normativa que fuera en menoscabo de la libre expresividad del poema.
Estas innovadoras propuestas estilístico-formales de Saúl Yurkievich -que no eclipsaban, en el plano de la expresión, la hondura reflexiva de sus contenidos- tuvieron continuidad en otros poemarios suyos como Ciruela la loculita (1965) -en el que pueden hallarse algunos de sus poemas experimentales más logrados, como los titulados “Revolución” o “Pesadilla”-, Cuerpos (1965), Berenjenal y merodeo (1966), Fricciones (Buenos Aires: Siglo XXI, 1969), Retener sin detener (Barcelona: Ocnos, 1973), Riobomba (Madrid: Ediciones Hiperión, 1978), Acaso acoso (Valencia: Ed. Pre-Textos, 1982), El trasver (México: Fondo de Cultura Económica, 1988), Vaivén(1988) y El sentimiento del sentido (2000). El propio Yurkievich ofreció algunas claves de su particular poética en un artículo publicado en la revista literaria francesa Confrontations: “Carnaval de la lengua, baile de disfraz y fantasía, el poema mima otras figuraciones, otras fulguraciones, remeda y renueva lo que del acercamiento aprovechable lo fascina… Así me muevo alternativa y simultáneamente entre diversas prosodias y poéticas dispares. Contra toda fijeza preceptiva, contra toda normativa categórica, aspiro a una libertad que se complace en el ejercicio de todas las posibilidades poéticas“. Esta aproximación autocrítica a su propia poética puede entenderse mejor con la lectura del poema que a continuación se copia: “Súbitamente los cuervos / ven y saben. // Abandonando los despojos / dejan que la carroña se cubra de moscas. / Despliegan sus alas / y remontan / en tumultuosa multitud / los oscuros hacia la noche vuelan. // Ahora todo es blanco / blanco el cerezo en flor / blanca la horripilación. // Toca a los ángeles velar por los mortales. / Leves los enviados / bajan a tierra / y es la tregua“. (“La tregua”, de El sentimiento y el sentido).
En su faceta de ensayista y crítico literario, Saúl Yurkievich reflexionó -igual que en sus versos- sobre los modos de representación verbal; ambas actividades -la creación literaria y el análisis crítico- fueron, para el humanista platense, las dos caras de una misma moneda: dos formas de aproximarse creativamente a esa palabra lúcida y reflexiva que imagina (en el verso) o dilucida (en la crítica) el mundo. Además del estudio sobre Vallejo citado anteriormente, en su vasta y rigurosa producción crítica destacan otros trabajos tan valiosos para el filólogo (o, simplemente, para el lector inquieto y curioso) como los titulados Modernidad de Apollinaire (Buenos Aires: Losada, 1968), Fundadores de la nueva poesía latinoamericana (Barcelona: Barral Editores, 1971), Celebración del modernismo(Barcelona: Tusquets, 1976), Poesía hispanoamericana 1960-1970 (México: Siglo XXI Editores, 1976), La confabulación con la palabra (Madrid: Taurus, 1978), Julio Cortázar: Al calor de tu sombra (Buenos Aires: Legasa, 1986), Identidad cultural de Iberoamérica en su literatura (Madrid: Alhambra Longman, 1987), A través de la trama. Sobre vanguardias literarias y otras concomitancias (México: Fondo de Cultura Económica, 1988), Julio Cortázar: mundos y modos (Madrid: Anaya & Mario Muchnik, 1994) y La movediza modernidad (Madrid: Taurus, 1996). Asimismo, publicó la selección antológica Obras de Juan José Arreola (México: Fondo de Cultura Económica, 1996).
Autor también de un libro de relatos –Trampantojos (Madrid: Alfaguara, 1987)-, Saúl Yurkievich residió en París desde 1969, ciudad en la que mantuvo fuertes lazos de amistad y complicidad literaria con algunos escritores de la talla de su compatriota Julio Cortázar (1914-1984), quien le nombró albacea de su obra. Ejerció la docencia, en calidad de profesor de literatura hispanoamericana, en la Universidad de Vincennes (París), e impartió clases, cursos y conferencias en otras muchas instituciones de enseñanza superior de América y Europa.
Falleció el 27 de julio de 2005 como consecuencia de un accidente de tráfico ocurrido en el sureste de Francia. Trabajó en los últimos años de su vida en la publicación de las obras completas de Cortázar.
Autor: J. R. Fernández de Cano.
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